Desconcierto II

El silencio

Hoy la mañana transcurre sensata
no hay nada que agregarle al sol
no hay nada que omitir
en esta redonda repetición matinal.
Los días son días debido a algún ritmo endemoniado y ajeno
nada tienen que ver mis disonantes
Los días son los días
a pesar de esta noche sonora que
no acaba de dar vueltas absurdas en mi pecho.

Camina no más
que el espacio sobra y el sentido se agota.
La vida es la vida, dicen
por una extraña estética del caminar.
Yo, sin embargo,
me deslizo desde el sonido hasta el eco
hasta destejer la forma original.

Desteje y desteje
a ver qué queda de tu piel frente al viento.

Me deslizo en una serie de repeticiones evanescentes
hasta perder la escencia original
hasta que, imperceptible, devenga mi sonido.
Mi ubicación se determina, ya lo he dicho
desde un grito que explota los pulmones
arrasa el viento y las formas, y
regresa como vida envuelta en un suspiro.


2 comments:

Anonymous said...

Confieso: cuando lo leí por vez primera se lo regalé a mi mejor amigo. (A España, tú sabes)

Lo hice mío en el tejer y el destejer.
Lo hice mío en ese " a ver qué queda..."

Cuando el habla es un grito susurrado, que testimonia que nuestra soledad evidente, es imposible.

Un beso, Ani.

Ani B. said...

Mar querida,
¿quién escribe cuando no-soy?
Confieso que algo se escribe,
y que estas letras son tuyas cuando quieras.
"a ver qué queda", que resta... de imposible, para hacer posible el encuentro.

Un beso desde estas calles que te saludan y pasean