Quizá tus manos


Quizá solo me alcances con tus manos
y el resto sea imposible
quizá los nudos en tus dedos atiendan mi llamado
mientras 
la punta de tus nervios sacuda cada vértebra 
y cojees buscando el nuevo paso

quizá te enlace por fin a mi horizonte, 
y en nuestra babel cotidiana
coincidir en el nombre-del-hijo
del futuro atrapado en el diente
amarillo de Cronos
que ríe, 
mientras mis manos arrugan las tuyas
para sostener tu tacto en los días de infortunio

quizá no alcance este espíritu condenado 
a las letras y sus agujeros
al edén de tu cuerpo embravecido
que está sabiendo de este otoño
de leche y orquídeas 

huele al sudor del intento
de unos dedos que no alcanzan
que no abarcan y enmudecen
mientras retuercen sus nudillos 
a la espera
del cóncavo universo en el que habito. 

















desnudez



Mar improvisado, mar alado 
me hielas con tu espuma plata, 
con tu mar de plata despeñado de mis brazos

Sigo y sigo el rabo de la letra que no escribo, 
novelo nadas inventadas
no-velo
velo son tus ojos sobre el tiempo desnudo

El cuerpo es tiempo 
desnudo, a la espera
del nudo de los nombres y los velos
de la carcajada de Cronos sonando en el desierto

Lo malo del azul es su silencio, su inabarcable abecedario
el sur perdido en sueños.
El norte a veces,
y el amor, como un pasodoble, entre el rabo de la letra inexistente
y la punzada que ciega mi mirada.